jueves, 23 de agosto de 2007

Juntos en la Cama


Hay un sonido subliminal,
Lo percibo al tocarte.
Este despierta mi ser animal
Y por la cama me insita a revolcarte.

Es un estruendo de tambores,
Y tú que me miras excitada, alocada.
Te sorprende la hombría demostrada
Y en mis brazos te mueres, lo quieres.

Quieres ser mía a toda costa,
Te entregas totalmente.
Te tomo y no me cuesta
Perderme en tu vientre incandescente.

No nos importa nada,
Ni el ahora, ni el ayer ni el mañana.
Te sientes por mí dominada
Y yo por tu piel poseído.
Mientras que en mis brazos estas acurrucada,
Al mismo momento que tus curvas me han extasiado.

Terminamos exhaustos,
Alegres, contentos, relajados.
Tan fuertes fueron esos momentos
Que compartimos solo nosotros dos.

miércoles, 15 de agosto de 2007

A una desconocida


En mi camino yo te busco sin paradas,
Quiero encontrarme contigo
Y cruzar nuestras miradas.

Sentir el corazón desbordar,
Casi a punto de estallar.
Desnudarte en mi mente
Hasta que esta reviente.

Busco tus labios ver,
Acariciar y besar.
Tu dulce cuello morder
Y en tus ojos mi cordura perder.

Rozar esa piel moca,
Con tan solo un toque de mi boca.
Drogarme con tu aroma,
Y perderme entre las sabanas
De tu cama.

Por eso en mi camino te busco,
Pero todavía no te encuentro.
Te has perdido y eso me vuelve loco
Pero no desespero.

Porque en algún momento,
Temprano o tarde,
Mis abrazos te rodearan
Y escape nunca más tendrás.

miércoles, 8 de agosto de 2007

¿Por qué es que no te bese?


Me encontré perdido por un momento,
Sentimiento de desconcierto
Que en mi ser se despertó.

Al reparo de la sombra descanse,
Sombra de dudas que pensé.
¿Por qué es que no te bese?

No tengo respuesta a la incógnita,
Un acertijo que me enfrenta
Y que como una bomba en mi cabeza revienta.

Quiero cruzarme contigo nuevamente,
Para cambiar mis actos
Y el trastorno de mi mente.

Despejar esta nube que sobre mí se cierne,
Darte un beso bien fuerte
Y que este como a una doncella te despierte.

Quiero cruzarme contigo nuevamente,
Acariciarte los labios suavemente
Y que sea tu cabeza la que se desconcierte.