miércoles, 27 de junio de 2007

En la Cama


Un temblor que desde mi pecho se propaga
me levanta de la cama.
El fuerte latir de cuando se ama,
El fuerte conjuro de una maga.

Un círculo de fuego que me rodea,
Nuestras propias sombras que entorno nuestro se proyectan.
Tu vos que enviste como una marea,
Tus ojos que como dulce veneno intoxican
Tus suaves piernas que me encadenan.

Preso estoy a ti ahora,
Pero un preso feliz.
Celda de calor que me devora,
Y que regocijo sinfín me proporciona.
Tal cual café caliente de la mañana,
O baño en el mar a última hora.