martes, 28 de julio de 2009
Adios y hasta luego
El reflejo me miraba pensativo.
Inmutable, incomprendido.
De un momento al otro mi ser se precipito sobre el,
Ondas lo deformaban.
Ondas de sonido, de aroma y de energía.
La música invadió el éter al son de una única tonada
Papam papam…papam papam…papam papam.
Fue cuando dije adiós a tu sonrisa y hasta luego a tu aroma,
También fue cuando el “papam” dejo de sonar.
No mas suspiros, no mas frío, no mas nada…
Mejor dicho, solo nada.